Como muchos de los espacios de El Poblado, Manila antes de ser barrio fue una finca. El Seminario Conciliar y luego Isaac Restrepo Posada, fueron sus propietarios. A estas “mangas” se llegaba en tranvía por la calle de La Estación, ahora, la calle 10.
A fines de los años 30 comenzó la construcción del barrio Manila. Poco a poco cada familia compraba su lote y construía su casa, de uno o dos pisos.
En su momento y durante mucho tiempo, Manila fue un barrio con viviendas uniformes, azules y blancas. Entonces, muchas de las familias adineradas del barrio Prado y el centro de Medellín tenían grandes propiedades.
Con el paso de los años, los edificios, las unidades residenciales y las vías congestionadas fueron dominando el barrio, y empezaron a tratar de darle otro carácter.
Los pequeños negocios fueron consiguiendo su propio local o casa: hostales, hoteles, spas, restaurantes, pequeños talleres, galerías de arte, en fin, un mundo enorme y variado a medida sin tener nada que envidiarle a cualquiera otro lugar del mundo.
Hoy, adentrarse en las calles de Manila es sumergirse en un ambiente selecto y seguro, donde edificios modernos y vanguardistas se entrelazan armoniosamente con zonas verdes arboladas.
La tranquilidad que se respira en sus calles invita a un placentero paseo, mientras que a solo unos pasos se despliega la vibrante vida nocturna y la amplia oferta gastronómica que caracteriza a El Poblado.
El Poblado, barrio en el que se ubica Manila, ha experimentado una notable valorización en los últimos años. Gracias a su ubicación estratégica y al desarrollo continuo de infraestructuras, los inmuebles en este barrio han incrementado su valor significativamente.
Según datos del gremio inmobiliario de Medellín, la valorización anual en El Poblado ha superado el 10% en los últimos cinco años.
Entre otras cosas, cada vez es más fuerte su renombre por fuera del país. El año pasado, este barrio se posicionó en la lista del NY Times de los 52 sitios imperdibles para visitar en el mundo.
Medellín es la segunda ciudad del país con más turistas al año, después de Bogotá. Durante el primer trimestre de 2024, Migración Colombia registró la llegada de cerca de 221 mil extranjeros, a través del punto migratorio del Aeropuerto José María Córdova. En su mayoría vienen de Estados Unidos, México y Panamá.
Cuenta con una excelente infraestructura de servicios, incluyendo clínicas de alta categoría, colegios internacionales y centros comerciales de lujo como El Tesoro, Santafé y Oviedo. Además, la seguridad y el ambiente tranquilo del barrio proporcionan un entorno ideal para familias y profesionales.
Lo más interesante es que este sector atrae a un perfil de visitante de altos ingresos, tanto de Colombia como del extranjero, interesados en disfrutar de la cultura, la gastronomía y el ambiente exclusivo que ofrece el barrio.
En este sector perdura el alma del barrio El Poblado: Manila, con sus calles amplias, su ambiente tranquilo y fresco.
Es el hogar de muchos de los artistas locales de Medellín y también de restaurantes independientes. Las galerías de arte y las cafeterías también abundan en este enclave cosmopolita.
Además, la comunidad alberga con frecuencia mercados artesanales donde el talento local puede vender su trabajo.
Cerca del barrio se ofrecen diferentes eventos a lo largo del año, como festivales de música, exposiciones de arte y obras de teatro, enriqueciendo aún más la vida cultural de la zona.
Manila se ha convertido también en un paraíso culinario para los amantes de la alta cocina. Cerca, se encuentran restaurantes de fama internacional, como El Cielo, Leo y Carmen, que deleitan a los paladares más exigentes con experiencias gastronómicas que redefinen los sentidos.
Desde reinterpretaciones magistrales de la cocina colombiana hasta exquisitos sabores de diversas culturas, Manila satisface todos los gustos. Esto le ha valido merecidamente al vecindario el apodo de “Barrio de la buena mesa”, en reconocimiento a la gran cantidad de opciones gastronómicas disponibles.
Su ubicación privilegiada lo convierte en uno de los favoritos de los visitantes de la ciudad, ya que además de la gran oferta gastronómica y cultural que pueden encontrar, es cercano al centro de vida nocturna de la ciudad, El Parque Lleras y Provenza.
De igual manera, tiene fácil acceso al transporte público que conecta a la ciudad.
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